Marina Gondra: "Arena - Sand"


Para los que no habíais escuchado antes esta historia:

"Había una vez una montaña imponente que se erguía al costado del mar. Su cumbre alcanzaba las nubes del cielo. Junto a la montaña había una playa y en ella un grano de arena. 
Era tan común y pequeño como cualquier otro de los incontables granos que le rodeaban.

- "Señora montaña, ¿podría decirme que ve desde lo alto de su grandeza? Cuénteme, por favor, cómo son los reinos de los hombres, los campos, los ríos y los valles. Sé que tiene la visión del mundo y nada se esconde de sus ojos"
La montaña miró con desdén y respondió:
- "¿Quién eres tú, insignificante grano de arena, para hacerme preguntas y querer saber lo que ven mis ojos? ¿No ves la distancia que existe entre nosotros y que jamás perdería mi tiempo conversando con alguien tan pequeño y despreciable? Si pretendes conocer al mundo, entonces que seas llevado en los pies de alguien, para ser dejado caer en cualquier lugar, siguiendo tu destino anónimo e inútil".

Comprendiendo su pequeñez, el grano de arena se calló. La montaña levantó sus ojos altivos hacia el horizonte, como si nada hubiera sucedido. Por la mañana, una brisa suave, soplando la tierra levemente, levantó al grano de arena y lo lanzó al mar. Mientras andaba lentamente, penetrando en la profundidad del océano, no dejó de pensar en que todo lo que alguna vez había soñado lo había perdido. Jamás tendría de nuevo la oportunidad de contemplar la belleza del mundo. Sin embargo, al vagar por las aguas, el grano de arena fue a caer dentro de una ostra abierta, que, al sentirlo, se cerró de pronto.

- "¿Quién es usted?" -preguntó el molusco
- "Soy un pequeño grano de arena que el viento lanzó al mar" – respondió él.


Y los dos comenzaron a conversar. Cuando la ostra escuchó la historia del grano de arena se entristeció y comenzó a llorar. Sus lágrimas lo envolvieron y él fue haciéndose cada vez más grande, hasta transformarse en una linda perla.

Un día, los buceadores hallaron a la ostra en el fondo del mar. Al abrirlo descubrieron a la preciosa perla. Era la más bella que jamás había visto. Vendida por un alto precio, terminó volviéndose un valioso anillo de una reina. Así fue como el grano de arena hizo realidad su sueño y pudo viajar alrededor del mundo.


En el desierto, bajo el intenso calor del día y el frío de la noche, la más sólida montaña termina transformarse en pequeños granos de arena. Ésta, bajo el efecto de la erosión, se pulveriza cada día.
Pero el grano de arena, por su propio tamaño, es prácticamente indivisible "

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